Existen distintas corrientes filosóficas y de humanología que hablan de los ciclos de vida.
Tener una noción aunque sea general de estos conceptos nos permite entender los procesos por los que estamos atravesando, como también maximizar nuestra energía e intención en torno a lo que queremos crear para nuestra vida o por ejemplo, para ayudar a nuestros hijos en el proceso de crecimiento.
La visión de los ciclos de vida de la cual te quiero hablar brevemente hoy, proviene del Kundalini Yoga, enseñado por Yogi Bhajan. En esta se establecen 3 periodos cíclicos:
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Ciclo de la Consciencia: Cada 7 años.
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Ciclo de la inteligencia: Cada 11 años
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Ciclo de la configuración física: Cada 18 años.
En general los cambios de ciclo implican un momento crítico.
Esto no ha de extrañar. Todo proceso de transformación necesita de cierta poda y eso implica, dependiendo del caso, algún nivel de crisis.
Pero una crisis bien tomada, es realmente un momento mágico. Es una oportunidad para ver el mundo desde otro lugar, para ampliar el caleidoscopio con el que vamos entendiendo el mundo, el universo y a nosotras/os mismas/os.
Ciclo de Consciencia, cada 7 años:
Los ciclos de consciencia están ligados a nuestra percepeción de identidad.
Qué nos define.
En términos generales ordenamos nuestra identidad en torno a aquellas cosas que preferimos (esto me gusta, con esto me siento afín, etc) y las cosas que rechazamos (no me gusta eso, creo que eso está mal, aquello me causa rechazo). Así es que de alguna manera decimos “yo soy así, porque me gusta esto y rechazo aquello”. Cada siete años, estos elementos van cambiando. Lo que deseamos, buscamos, exploramos a los 4 años con pasión, pueden ser causa de absoluto rechazo a los 16. La consciencia cambia y cambia nuestro sentido de identidad.
En general para entender este proceso se tiende a pensarlo en grupos de 3.
Desde el nacimiento a los 21 años estamos alcanzando la madurez física, nuestro cerebro no termina de desarrollarse hasta cerca de los 21 años y básicamente lo que sucede es que formamos los ladrillos con los que construimos nuestra identidad a la larga. De ellos el primer septenio es quizás uno de los más determinantes. No solo Yogi Bhajan si no gran parte de la psicología moderna ha establecido lo esencial de los primeros años de infancia en el gestación de los parámetros de la percepción de identidad: nuestro sentido de seguridad, nuestras creencias, valor, la percepción íntima que tenemos de las relaciones.
Desde los 21 a los 42 comenzamos a desarrollar nuestra madurez emocional y social. Evaluamos nuestra productividad, la verdad acerca de nuestras ideas y nuestras emociones en la esfera social. Es en este periodo en el que aclaramos más lo que deseamos hacer en la vida y empezar a tratar de implementarlo.
Desde los 42 a los 63 el resultado de nuestro sentido de identidad y madurez es puesto a prueba: “nuestro nivel de sensibilidad, intuición, sentido de propósito, claridad, y el impacto de nuestras ideas e ideales – a través de como demostramos nuestra eficiencia en el mundo”.
Después de los 63 seguimos el espiral de expansión de la consciencia.
Por supuesto, esto siempre depende de cómo pensemos nuestra existencia y de qué relevancia o espacio le demos a nuestro desarrollo personal e interno. Cada ciclo de 7 es una invitación a dejar fluir el infinito a través de nosotros. Cómo crecer, conectarnos, desarrollarnos y revelarnos a nosotras/os mismas/os desde lo más profundo.
Inteligencia Aplicada, Ciclo de 11 años:
La inteligencia no tiene que ver con lo que conocemos, ni con nuestros pensamientos, ni con el intelecto, si no con una claridad de intención y con la capacidad de tomar las herramientas a nuestra disposición para una ejecución o comprensión efectiva de la situación.
Cada 11 años, esta habilidad entra en una renovación en un cambio en el modo en el que aplicamos la inteligencia. La clave de la adquisición de la inteligencia es la movilidad. Si nos apegamos a una forma, a un método o una ideología, perdemos la habilidad de ver con ojos nuevos lo que tenemos delante y la habilidad se rigidiza y pierde. Es así que la principal fuerza para la mantención y renovación de la inteligencia está asociada con la capacidad de adaptarnos y funcionar de manera desapegada frente a los desafíos. Libre de verdad.
Energía de Vida, ciclos de 18 años
Este ciclo refleja el modo en el que utilizamos la energía que disponemos y de donde la sacamos. En los primero 18 años, nuestra energía física, nuestras hormonas y nuestro fuego están en su cúspide. La mayor parte de nuestra actividad y de nuestros recursos para hacer cosas las extraemos de nuestra capacidad física y durante este periodo la naturaleza tiene más capacidad para renovarse y recuperarse.
En el segundo ciclo desde los 18 a los 35, la disposición de la energía física comienza a mostrarnos que ya no tenemos la misma capacidad de antes y empezamos a darnos cuenta cómo nuestro estilo de vida y las opciones que tomamos pueden repercutir en nuestro desempeño. Tenemos ya, cierta experiencia de vida y podemos registrar los efectos de las batallas ganadas y perdidas, de la forma en que nos relacionamos y lo que queremos. En el tercer ciclo de los 36 a los 53, la cantidad de energía que tengamos dependerá mucho del tipo de vida que hemos llevado y si tenemos la capacidad de extraer energía de fuentes más sutiles. Para el ciclo desde los 54 a los 72, nuestra calidad de vida y nuestra energía dependerá completamente de nuestra conexión con el ser y con los aspectos más sutiles de nuestra composición energética.
El cambio y el viaje de este grupo de ciclos de 18 años nos invita a pasar lentamente por un proceso de sutilización de nuestra energía y de percepción de la misma. Entender que no es nuestro cuerpo, mente y ego lo que nos sustenta en última instancia sino la energía que fluye eternamente en todo lo que nos rodea. De pasar de la energía del impulso y el deseo al de la intuición y la sabiduría de todo aquello que expresa la trascendencia en nuestro universo.
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Profundiza en el proceso de vida que estas teniendo en este momento en una sesión de Terapia Equilibrio Integral